Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).
PRÓXIMOS ACTOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
Nueva Junta Junta Directiva del Ateneo de Córdoba
Marzo , 1a.quincena. Conferencia de JUAN ORTIZ VILLALBA. " LA MASONERÍA EN CÓRDOBA ". (Presenta José Luis García Clavero).
Jueves 11 de abril. Conferencia de DESIDERIO VAQUERIZO." LOS ORIGENES DE CÓRDOBA". (Presenta J.L.G.C).
Finales de abril, primera semana de mayo. Proyección del documental "MONTE HORQUERA" de FERNANDO PENCO, galardonado en diversos Festivales internacionales (Italia, India, Holanda etc,)
Lunes 11 de Mayo. Conferencia de MANUEL VACAS." LA GUERRA CIVIL EN EL NORTE DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.LAS BATALLAS DE POZOBLANCO Y PEÑARROYA- VALSEQUILLO". (Presenta Antonio BARRAGÁN).Todos los actos en la Sede del Ateneo.
CONVOCADOS LOS PREMIOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
XI Premio de Relato Rafael Mir.
XXXIX Premio de Poesía Juan Bernier.
IX Premio Agustín Gómez de Flamenco Ateneo de Córdoba.
Fallo de las Fiambreras de Plata 2023, relación de homenajeados aquí.
¡Ayúdanos! | → | Amplía artículos | Estamos en Facebook. Visítenos |
Hay que ser afín
La Filmoteca de Andalucía, con sede en nuestra ciudad, ha presentado estos días un cine forum para los meses de octubre y noviembre, con participación de directores de cine y escritores. Supone la primera actividad destacable de dicho centro desde que tomase las riendas como director el cordobés Pablo García Casado, en junio de 2008. Sustituyó al granadino José Enrique Monasterio, director desde 2000, licenciado en Comunicación Audiovisual, experto en festivales de cine y con una excelente labor en su puesto, lo que no le evitó ser destituido por la Junta de Andalucía.
Lo lógico es que su sustituto tuviese un perfil profesional, próximo al cine como Monasterio. Si se buscaba un cordobés, dos hubieran sido los justos: Javier Ortega y Manuel Ángel Jiménez. Ortega, escritor y crítico de cine, directivo de la sección de cine del Ateneo desde la que impulsó la Muestra de Cine Internacional en Bodegas Campos, ha publicado entre otros “Diario de un cinéfilo distraído”, “Spielberg. El hacedor de sueños” y “Chaplin. La sonrisa del vagabundo” y es colaborador de opinión en diferentes medios, entre ellos ABC.
Manuel Ángel Jiménez Arévalo, por su parte, es fotógrafo, escritor y crítico de cine, habitual en las proyecciones de la Filmoteca y con gran experiencia en festivales y como gestor, pues fue director del Gran Teatro, que en su época ponía ciclos de cine negro en versión original en las vacaciones navideñas. También es colaborador de la prensa local desde hace años sobre temas cinematográficos, destacando sus artículos en el Diario Córdoba.
Ninguno de ellos fue el elegido, sino Pablo García Casado, cordobés, sí, pero sin experiencia ni de cerca con el mundo de la cinematografía. Licenciado en Derecho, poeta premiado y vinculado desde los 26 años a cargos en la Junta, primero en el Instituto Andaluz de la Juventud y luego en la Consejería de Igualdad, era su currículo.
Acaso la razón de su nombramiento puede estar en que tras las elecciones de marzo de 2008, los responsables políticos de los organismos dependientes de la Junta recibieron una instrucción escrita donde se les pedía que diesen información sobre la filiación política de todos los funcionarios de puestos de libre designación que había en sus departamentos, advirtiéndoles que, en la legislatura que se iniciaba, todos los puestos de libre designación deberían ser ocupados por personas afiliadas o, al menos, afines al partido en el poder.
Definitivamente estamos en la época de los afines. Lo mismo que en su momento fue la época de los números uno, hoy es la época de los afines. Hay que ser afín al que manda si quieres que, por lo menos, te dejen participar en el juego y tener alguna posibilidad de ganar. Y no nos engañemos, esta “época de los afines” no es solo por lo que hace la todopoderosa Junta, con sus amplias y diferentes familias socialistas, sino que responde a criterios personales que encontramos en cualquier campo.
Dense una vuelta por terrenos públicos y privados, económicos, académicos o eclesiásticos, que éstos también, cuando hay poder de por medio, tiran de afines. Al afín se le regala todo, no suele conseguir las cosas con esfuerzo, ni es especialista en el puesto que se le asigna. Depende de un protector que lo coloca y lo sostiene con el fin de que trabaje para él. Así, el afín siempre responde a la función de ser útil, en beneficio propio, pero sobre todo en beneficio de los intereses de quien lo ha colocado.
El problema de esta época de los afines es que suele ir pareja a la corrupción y a la marginación de quien no piensa como el que manda. O eres afín o ponen tu nombre en la lista negra. Nada de eso garantiza que las cosas salgan bien a la larga, porque ya sabemos que la única forma de, al menos, no equivocarse es con una postura liberal y respetuosa de la independencia, esa que te lleva a aceptar que el otro piensa de forma distinta y ni se te pasa por la mente negarle lo que por justicia y méritos le corresponden.