Peña Flamenca Rincón del Cante

Hay una peña flamenca en Córdoba que forma parte de la mitología de la propia ciudad, desde su fundación en 1971, cuando en su antigua ubicación en el kilómetro 10 de la carretera de Villarrubia, era algo parecido a lo que siempre se llamó un colmao, palabra ya casi desaparecida. Es la Peña Flamenca Rincón del Cante, lugar donde la madrugada se derramaba por las voces de los cantaores y se diluía la noche en las cuerdas de la guitarra, entre la espontaneidad y el encuentro amigable.

Y donde se compartían vivencias flamencas en aquellos inolvidables jueves cuando se daban cita, entre otros muchos, Manuel Moreno Maya "El Pele", Rafael Montilla Moya "El Chaparro" o Manuel de Palma, gracias a la hospitalidad de Paco Ruiz que abrió sus puertas a todo aquel aficionado de este arte único y universal.

Para su origen hay que remontarse, según Agustín Gómez, a aquella taberna El Pisto de Santa María de Gracia, en los años sesenta, de donde surgieron otras también como el Rincón Flamenco o la Peña Flamenca de Córdoba y posteriormente también la Peña Fosforito.

Desde los años noventa, tras varias sedes provisionales, y presidentes –además de Paco Ruiz- como Miguel López, Antonio Ruz, Rafael Trenas, Pepe Salinas, o Rocío Barranco, la peña se asienta definitivamente en 1997 en la calleja del Niño Perdido, donde conserva la esencia del cante y del flamenco, no sabemos si decir puro (dadas las connotaciones) pero sí al menos clásico en una época en que salvaguardarlo es tan importante. Haciendo una labor no sólo peñística sino también de divulgación y fomento del flamenco y formación de nuevos valores artísticos.

Su trayectoria así le ha hecho referencia imprescindible del flamenco en la ciudad donde organiza anualmente el Concurso Nacional. Un flamenco que siempre ha formado parte de la identidad de este Ateneo de Córdoba desde su creación. Además, en lo que nos atañe, destacamos su colaboración y entrega con el Ateneo en el Premio Agustín Gómez de Flamenco del Ateneo de Córdoba, celebrándose en su local la fase de selección de dicho premio.

(Texto de Antonio Varo)

Recibió la Fiambrera de Plata del año 2013 concedida por el Ateneo de Córdoba.