Viéndolas venir e irse

Como sabe casi todo el mundo en el bloque donde vivo, el dicente presidió el Ateneo de Córdoba una vez y eso lo marcó para los restos. De tal modo que todo lo que suceda a la entidad o a sus componentes, viene a ser motivo de alegría, para unas lágrimas de Rute o llanto incontenible, según los casos. Afortunadamente el Ateneo está vivo, es respetado por las instituciones y por la gente respetable de Córdoba. Tiene una junta directiva presidida por Antonio Varo Baena y compuesta por mujeres y hombres admirables, menos uno que no me habla. Otrosí digo: el análisis del expediente de las cuentas del Ateneo correspondientes a 2009, ha concluido según informa el Servicio de Intervención de la Diputación Provincial de Córdoba (retomemos, Rute). El resultado ha sido “Sin incidencias”, cosa que a más de uno y de una les sentará muy mal porque el mundo los hizo así o porque la mala leche, como la buena, también se hereda al nacer.

Estoy en el Loro Verde y se lo cuento todo a Paco Lucena, José Ramón Yáñez, Cristóbal Domínguez, Manolo Ortas, José Reverte, Juan Álvarez y Antonio Nevado, que vienen de Ponferrada con José María Zapico y Juan Estévez, donde han participado en algunos actos por la independencia de El Bierzo, la comarca más leonesa (aquí el de antes tuvo novia en Bembibre antes del descapulle). Acto seguido, tras hablar mal del Gobierno un poco, nos vamos a la Abadía donde encontramos a los del Grupo 2º Traste con Manuel Pérez Cortés, Daniel Benítez, Alfonso Sánchez y Antonio Benítez, todos de Hinojosa del Duque y paisanos de Agustín, mi buen vecino y amigo con Juan Prieto.

Lamento mucho que la bronquitis reaccionaria me impidió asistir a la presentación de los libros Nacimiento al amor, de Manuel Gahete y Vicente Núñez, de Antonio Varo Baena. La misma puta bronquitis crónica no me dejó ir al acto de homenaje a Víctor Jara en la Diputación. Qué grande sos, Edit Kesmarky. En 1992 el Ateneo de Córdoba solicitó a Paco López, director del Gran Teatro, la cesión mediante pago para rendir homenaje a la memoria de Víctor Jara y Pablo Neruda. Gobernaba el Ayuntamiento Izquierda Unida (y Pedro Roso), y el tal Paco López nos mandó a la mierda una y otra vez. Pero llegaron Paco Ferrero y Antonio Amil (CC.OO.), Rafael Toledano (UGT), Antonio Hens, José Luis Villegas, Sebastián Cuevas, Manuel Fernández entre otros limpios de corazón, y mandaron parar. El acto se celebró el 21 de septiembre de 1994 con un lleno absoluto. Actuaron entre otros Juan Carlos Villanueva, Antonio Muñoz El Toto, Paco Expósito, Luis Medina, Miguel Pino, Paco Santiago, Rafi Román, Rafael Carlos Padilla. Un detalle, todos los intervinientes dieron las gracias a CC.OO. y UGT, pero nadie nombró al Ateneo (la fama nos desbordaba).

Después de Vísperas me voy a El Patrón, donde mi hijo Elio no es pizzero mayor, pero como padre y amigo es para mí y para María, su madre, el mayor de los pizzeros.

Antonio Perea

Escrito en la sección Fantasías y algo de picar (Diario Córdoba, 13 de octubre de 2013)