Juan Gelman

Juan Gelman nace en Buenos Aires el 3 de mayo de 1930 en una familia de origen ucraniano, y fallece en Ciudad de México el 14 de enero de 2014. Tanto su afición poética como su militancia política son precoces e ingresa con quince años en la Juventud Comunista. Inicia estudios de Química y los abandona para dedicarse a la poesía; desempeña varios oficios (camionero, vendedor, mecánico) y finalmente se dedica al periodismo. En 1954 empieza a trabajar como redactor en Nuestra Palabra y en 1958 en el periódico comunista La Hora y es corresponsal en la agencia china Xin-Hua. Funda la revista Muchachos en 1954 con el grupo de poesía conocido como El pan duro. Este grupo le edita en 1956 el poemario Violín y otras cuestiones, donde con la ironía suficiente empieza a interesarse por un tipo de poesía menos estética y donde se decanta porque el yo individual del poeta se diluya en el yo de todos como expresa en un poema de este libro “La poesía es una manera de vivir. / Mira a la gente que hay a tu costado./ ¿Ama? ¿Sufre? ¿Canta? ¿Llora?”.

En 1963 es encarcelado por su pertenencia al Partido Comunista. Ese año se aleja del partido por discrepancias ideológicas, en concreto porque Gelman asume la línea guevarista de la Revolución Cubana y es expulsado en 1964 (“Me echaron por haberme ido”).

En 1974 es nombrado jefe de redacción del diario montonero Noticias. En 1975 es enviado a Europa para recabar apoyo internacional en la lucha de los montoneros y consigue de destacados políticos socialdemócratas la firma para un manifiesto contra la dictadura militar argentina. Son los años del dolor de Juan Gelman que de manera tan continua se reflejan en su poesía. Escritores como Rodolfo Flash, Haroldo Conti, Miguel Ángel Bustos o Paco Urondo son desaparecidos o asesinados por la dictadura; referencias concretas que aparecen en su poesía. El 24 de agosto de 1976 fueron a buscarle a él y como no estaba se llevaron y secuestraron a sus hijos Marcelo Ariel de 29 años y Nora Eva de 19 años y a su nuera María Claudia Irureta Goyena de 19 años y embarazada de siete meses. A Marcelo lo asesinan de un tiro en la nuca y a otros siete desaparecidos. Los introducen en tambores de grasa rellenos con cal y cemento y los arrojan al río San Fernando. Trece años después aparecerían los restos de Marcelo en el cementerio de San Fernando. Algunos secuestrados han relatado cómo desde el campo de tortura de la Armada, próximo al Estadio Nacional de Fútbol, los presos oían los vítores de los goles del Campeonato Mundial de Argentina. Sus voces de dolor se confundían con las del triunfo.

A su nuera María Claudia cuando estaba a punto de dar a luz la llevaron a un centro militar en Uruguay gracias a la colaboración estipulada en el Plan Cóndor. Dio a luz en el Hospital Militar de Montevideo donde amamantó a su hija dos meses y después la asesinaron. El bebé lo entregaron a un policía uruguayo que consiguió una partida de nacimiento falsa. Después de una búsqueda de años iniciada en los noventa, encuentra Gelman a su nieta en 1999 en Uruguay y no la conoce hasta el 2000, consiguiendo que le cambiaran el nombre impuesto por el suyo verdadero María Macarena Gelman García. Hoy todavía pleitea por encontrar los restos de Claudia que la Ley de Caducidad Uruguaya impide injustamente (aunque las Leyes de Perdón y Punto Final argentinas que daban impunidad a los torturadores y asesinos fueron en el 2005 declaradas inconstitucionales).

El dolor, la ausencia, la impotencia ante el curso de los acontecimientos, le desbordan y le sumergen en un dolor del que ya nunca saldrá y que se refleja de continuo en su poesía. Gelman, poeta del dolor, capital del dolor (como el título de un libro de Paul Éluard). A este respecto en el discurso de entrega del Premio Juan Rulfo dice en el año 2000: “Thedor Adorno escribió alguna vez una frase infeliz. Afirmó que no era posible escribir poesía después de Auschwitz. Se equivocaba...le faltó un como antes”.

En ese mismo discurso resume en un párrafo toda su poética: “A pesar de los genocidas, la lengua permanece, sortea sus agujeros, el horror que no puede nombrar. El ser humano creó las lenguas y hace cosas que ellas no pueden nombrar. El ser humano está dentro y fuera de la lengua. La poesía, lengua calcinada, tuvo que padecer en nuestro Sur discursos mortíferos, tuvo que atravesarlos y no salió indemne, pero sí más rica. Es que la poesía es un movimiento hacia el Otro, busca ocupar un espacio que en el Otro no existe. Pero ¿cómo hacer olvidar a la lengua su ayer manchado de espanto? ¿Cómo cicatriza la lengua olvidando su ayer?.

En 1997 recibió el Premio Nacional de Poesía. Su obra ha sido traducida a diez idiomas.

Publicaciones

Poesía

• Violín y otras cuestiones (1956)
• El juego en que andamos (1959)
• Velorio del solo (1961)
• Gotán (1962)
• Cólera buey (1964)
• Traducciones III. Los poemas de Sydney West (1969)
• Fábulas (1971)
• Relaciones (1973)
• Hechos y relaciones (1980)
• Si dulcemente (1980)
• Citas y Comentarios (1982)
• Hacia el Sur (1982)
• Com/posiciones (1986)
• Interrupciones I (1986)
• Interrupciones II (1988)
• Anunciaciones (1988)
• Carta a mi madre (1989)
• Salarios del impío (1993)
• Dibaxu (1994)
• Incompletamente (1997)
• Valer la pena (2001)
• País que fue será (2004)
• Mundar (2007)

Antologías poéticas

• Poemas (Casa de las Américas. La Habana, 1960. (Al cuidado de Mario Benedetti y Jorge Timossi)
• Obra poética (Corregidor. Buenos Aires, 1975)
• Poesía (Casa de las Américas. La Habana, 1985) (Prólogo y selección de Víctor Casaus)
• Antología poética (Vintén. Montevideo, 1993). (Selección, prólogo y bibliografía completa de Lilián Uribe)
• Antología personal, Desde la Gente (Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. Buenos Aires, 1993)
• En abierta oscuridad (Siglo XXI. México, 1993)
• Antología poética (Espasa Calpe. Buenos Aires, 1994) (Selección y prólogo de Jorge Fondebrider)
• De palabra (1971-1987). Prólogo de Julio Cortázar (Visor. Madrid, 1994)
• Oficio Ardiente (Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca. 2005)

Prosa

• Prosa de prensa (Ediciones B. España, 1997)
• Ni el flaco perdón de Dios/Hijos de desaparecidos (En coautoría con Mara La Madrid) (Planeta. Buenos Aires, 1997)
• Nueva prosa de prensa (Ediciones B Argentina. Buenos Aires, 1999)
• Miradas (Seix Barral. Buenos Aires, 2005)

Referencias

• Entre la espada y la poesía de Antonio Varo Baena (núm. 47 col. Arca del Ateneo. Córdoba, España, 2007).